De niña siempre me gustó enterrar mis pequeños tesoros en lugares extraños, para luego volver con el transcurso del tiempo a desenterrarlos y encontrarlos allí. No siempre los descubría. Nunca me hice un mapa. Me guiaba por los indicios naturales y por la intuición.
Unos aventureros que no sólo se guiaron por la intuición, sino también por un mapa, descubrireron un tesoro oculto durante años: El busto de un hombre luchador, por los derechos sociales que ahora disfrutamos todos, se encontraba bajo tierra. Un tributo a su memoria. Y lo encontraron.
Los que no se han encontrado todavía son personas de carne y hueso, siguen bajo tierra, y no tenemos un mapa que nos lleve a ellos, pero sí memoria. Eran los seguidores de Pablo Iglesias.
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2 comentarios:
Raquel te he leído en el blog de JC y he visto q has abierto un blog te felicito.
Volveré despacio a leerte porq está muy interesante, espero q no lo cierres porq muchos lo hacen al poco de abrirlo y me entistece
Un b so.
española: espero que siempre sea interesante y que te guste. Gracias
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