Los egipcios consideraban que el ser humano estaba constituido de un nombre, el cuerpo con su corazón, la sombra, el alma, que era la fuerza vital de la persona (ka), y la personalidad esencial (ba) estas dos últimas debían ser alimentadas en el más allá.
Seguramente serían comidas livianas ya que después volvían al cuerpo momificado, al que previamente habían vaciado extrayendo los órganos internos; todos, excepto el corazón que no podía ser separado del cuerpo, pues servía de catalizador de las emociones y de la sabiduría.
El alma se pesaba en una balanza en el juicio de Osiris, donde se equilibraba frente a una pluma (Maat) , si pesaba más que ésta, el difunto en persona era engullido por Ammit, la devoradora de muertos.
No sólo el alma debía de rozar el equilibrio de la equidad, sino que además los alimentos ricos en proteinas negativas eran contraindicados como alimento de paz eterna.
El alma se pesaba en una balanza en el juicio de Osiris, donde se equilibraba frente a una pluma (Maat) , si pesaba más que ésta, el difunto en persona era engullido por Ammit, la devoradora de muertos.No sólo el alma debía de rozar el equilibrio de la equidad, sino que además los alimentos ricos en proteinas negativas eran contraindicados como alimento de paz eterna.
2 comentarios:
No puedo añadir a lo que escribes, pero me gustó mucho leerlo.
anónimo: agradezco mucho que me leas y te guste.
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